Esta semana ha resultado ser la
última semana de prácticas, por desgracia. Dada la situación del coronavirus,
la docencia presencial ha terminado el viernes 13 de abril y con ello nuestro
periodo de prácticas.
He podido asistir a varias evaluaciones y la verdad que he salido
un poco decepcionado. El tiempo que
se dedica a ellas, bajo mi punto de vista, es irrisoriamente corto. Me cuesta
entender que se hable del funcionamiento de un grupo de alumnos solo 45 minutos
al trimestre. Es imposible que en ese tiempo se ahonde en cada alumno y en
estrategias que a algún profe les funciona con ciertos alumnos y que se podrían
extrapolar a otras clases y asignaturas. IMPOSIBLE. Pero bueno, hay que asumir
que el sistema ahora mismo funciona así.
Una de las reuniones que más me
ha gustado de todo el periodo de prácticas ha sido la que hemos tenido esta
semana con Darío Martínez. En ella nos ha hablado de los proyectos K1 y K2 del centro, encuadrados dentro del programa de
movilidad europea Erasmus+.
Nos ha transmitido lo
enriquecedoras que pueden ser estas experiencias, dándonos una visión en primera
persona. Y hemos podido comprobar como el centro es un referente en este
sentido, y toda la actividad que ha tenido a lo largo de los últimos años,
además de los premios que ha recibido reconociendo el gran trabajo realizado.
Otra de las actividades que ha
tenido lugar ha sido una carrera popular en la que participaban profesores y alumnos
y cuyo objetivo era recaudar fondos para una asociación de ayuda a mujeres es
situación desfavorable. Yo he participado y me ha gustado mucho, porque la he
corrido a pesar de estar con muletas y solo poder apoyar un pie. Creo que ha
sido un buen ejemplo de implicación y esfuerzo. Además, me he sentido muy
reconfortado porque todo el mundo me animaba muchísimo cuando pasaba a su lado.
Para terminar este cuaderno de
bitácora, quiero expresar mi opinión de esta experiencia. Me ha encantado vivir
estas seis semanas en el centro. He podido conocer a gente muy interesante, que
me ha ayudado mucho y que ha dejado su granito de arena en mí, como docente y
como persona. Mil gracias a Paqui, la coordinadora de prácticas y a Paco, mi
tutor, que han sido dos referentes espectaculares durante las prácticas. Y
gracias todas las personas que han recorrido el camino conmigo, es decir, a mis
compañeros de las universidades, y a todas las personas con las que he
coincidido.
¡Un placer haber podido vivir
esta experiencia!